REENCARNACION y CONTRATO PRENATAL

Mensajes sobre... » Reencarnación y contrato prenatal

El hombre accede -en forma de Espíritu- a la enseñanza que se imparte a través de la reencarnación. El alma utiliza además otros artilugios para aprender dentro de su largo camino evolutivo. Por ejemplo, la Iluminación, la Contemplación, la Trasmigración de almas (proceso mediante el cual un alma "toma" un nuevo cuerpo -con pleno consentimiento del alma que lo habita- la cual lo abandona en un proceso previamente pactado para la evolución de la primera, cuando es necesario el uso de un cuerpo ya desarrollado debido a la urgencia de la misión por cumplir) Sin embargo, la reencarnación representa para el alma una de las formas más sencillas de aprender las lecciones de vida en ciertos planos. En la reencarnación más allá de la Quinta Dimensión de Conciencia, SIEMPRE quien encarna conoce la finalidad de esa existencia y las acciones puntuales que debe llevar a cabo en ese plano. El velo del olvido no cae. ¿Cómo se da el proceso de la encarnación? Cuando se produce la concepción el alma es "llamada" a participar del hecho. ¿Porqué esa alma y no otra? Está prepactado en el ADN de los padres y en la evolución propia de cada alma. No obstante puede darse que el llamado se efectúe desde más de algún punto. En este caso, son las almas simultáneas las que acuden al llamado. Es un proceso increíblemente complejo, absolutamente matemático, velado a la comprensión hasta la Séptima Dimensión de Conciencia. En sucesivas "reuniones" que tiene el alma en un estado atemporal antes del nacimiento, se prevén cada unos de los aspectos que conformarán su vida. Esta es una de las razones que explica el dejà-vu, esa sensación de haber transitado por la misma situación antes. Hay otros motivos para el dejà-vu que serán explicados oportunamente. Es así como se eligen los Guías Espirituales, Superiores y Cercanos, del individuo que ha de encarnar. En un solemne "acto" se designan estas compañías y los acontecimientos o tiempos lineales que marcarán su cercanía. También se entregan al alma los puntos del contrato prenatal. El contrato prenatal explica las cuestiones que el alma ha de aprender en una existencia determinada. Son unos sencillos puntos que el alma se compromete a aprender en una vida. Son la razón de esa vida. El hombre es más feliz en su vida terrenal cuando se aproxima a los puntos detallados en el contrato prenatal, que nunca son demasiados. El hombre más infeliz es aquel que inconscientemente se aleja de lo prepactado: A mayor lejanía, mayor infelicidad. El alma no habita el feto consecuentemente. La madre suele experimentar momentos de cercanía con el alma por nacer, ésta va y viene, haciendo visitas esporádicas al cuerpo en desarrollo pero no habitando allí. Cuando se realizan regresiones y la persona es capaz de tener sensaciones y vivencias de la vida intrauterina, es de estos momentos de visita del alma al cuerpo por nacer. Generalmente se establece un fuerte vínculo entre las almas del padre, la madre y el hijo -aún por nacer- determinadas y plasmadas especial y gráficamente en el ADN de los tres. Se conoce actualmente la posibilidad de establecer la paternidad de una persona a partir de la lectura de su ADN. Lo que aún está por descubrirse, es que el mismo proceso puede darse a la inversa: Es posible determinar -a partir de la lectura del ADN de los padres- los hijos por venir, todas sus características físicas, mentales, psíquicas y hasta leer la vida entera de quien aún no ha sido concebido, hasta en los más pequeños detalles.